viernes, 14 de septiembre de 2012

Superhéroe a la vista

¿Quién dijo que los superhéroes no existen? ¡Eso es porque no han conocido a Super-Gus! No, no estoy delirando y esta entrada no tiene nada que ver con mi reciente gusto por los cómics que quizás pronto comentaré.
¿Alguien habrá leído mi entrada anterior sobre mi monstruo? Pues que la aparte de momento. No solo me hice amiga de una persona maravillosa que me ayuda más de lo que cree, sino que estos últimos días estuve sintiéndome bien y tranquila. Pero hoy sucedió algo que realmente no me lo esperaba.

Como cualquier otro día, entré a mi facebook y al ver la cantidad de notificaciones casi lo dejo para después (aunque tampoco eran demasiadas), pero me puse a verlas desde la más antigua hasta que llegué a una que decía:
Wow ._. Felicidades Jeadore :)
Entonces me enteré, primeramente de los jueces, quienes además participaron, el método de elección (50% jurados, 50% una encuesta) y finalmente que ¡yo había ganado! Y con un 7.60 de promedio. *-*

¿Qué tiene que ver eso con el título? Que mi historia se llama "Supergus".
Se la puede leer haciendo clic en el nombre --como también las bases del concurso-- o en la página de Mis historias, en la sección de Tokio Hotel (pero es más divertido en el blog oficial~).

Y sí, esta entrada fue pura y exclusivamente para expresar y compartir mi felicidad con el mundo (o la sección de éste que esté leyendo).

¡Besos, gente bonita!

viernes, 7 de septiembre de 2012

Monstruo

Tengo un monstruo en mi cabeza.
No, no miento y no, no es completamente real pero tampoco es mentira. Tengo un monstruo en mi cabeza, lo percibo y me aterra a veces. Otras veces, me envalentono e intento combatirlo, pero normalmente me parece tan grande que termino cediendo.
Tampoco es el causante de algunas de mis historias. Para nada. Cualquier contenido de éstas prefiero atribuirlas a vanguardismo, libertad de mente y --¿por qué no?-- un poquito de inmoralidad.
No podría describirlo. No tiene exactamente una apariencia. Es grande y pequeño, se esparce como humo negro y pesa como plomo, grita u habla y no me deja pensar con claridad. Es tan abstracto como el pensamiento y tan físico como la gravedad. En su silencio, sisea ponzoña en mi mente y logra que evite el espejo y me hunda en la amargura por, al menos, unos segundos al día.
Es mi peor enemigo --y el único, creo-- y es capaz de que, en mi enemistad conmigo misma, comience a sentir desprecio por los demás, incluso aquellos que adoro o me causan gran simpatía.



Stephen King una vez dijo que los monstruos existen y los fantasmas también, que viven dentro de nosotros y que, a veces, ganan. No recuerdo en qué contexto lo dijo, pero yo lo parafraseo en éste, el mío.
Sé que todos tenemos nuestros monstruos propios, aunque algunos tienen la fortuna de combatirlos poco. En cambio, yo lo combato diariamente y hoy me ganó. No sé si será más poderoso que el de los demás o yo más débil... solo sé que no lo quiero. Y aún no encuentro forma de extirparlo.

Qué va... dejaré de lado las cosas feas y mostraré mi método de distracción mientras el monstruo atacaba:


No me dibujaba así desde que estaba en el secundario y no quedó muy bonito, pero fue entretenido~
(Y cualquier similitud con el que tiene Bill Kaulitz en su mano, es mera y retorcida coincidencia.)

Si alguien leyó esto, ¡saludos! :)